Claro,
deberíamos vivir a orillas del mar,
o mejor,
vivir y cabalgar a orillas del mar
por supuesto,
Que nada importe la mentira,
el amargo rato sobre la almohada
que nada importe la ira,
o el actuar como si no existiese
prójimo.
Que nada importe el daño
que sólo importe tu sueño,
tu plan
tus ganas...... tu todo, tú.
Que no importe el resto
que nadie mas importe,
porque claro que tendremos una
orilla de mar
tiempo para recorrerla
y
palabras y promesas.
Sólo deja que pase el mal rato
el salar de la mentira
de la mentira
de la mentira....